Quantcast
Channel: Buzón de Voz » Ibarretxe
Viewing all articles
Browse latest Browse all 2

La última papeleta de Ibarretxe

0
0

De las dos preguntas que componen la polémica consulta que pretende convocar Juan José Ibarretxe en Euskadi, la primera ya está contestada y la respuesta a la segunda la conocemos todos. La primera copia casi literalmente la resolución aprobada por el Congreso de los Diputados el 17 de mayo de 2005 con los votos de todos los partidos a excepción del PP. Se pretende apoyar “un proceso de final dialogado de la violencia si previamente ETA manifiesta de forma inequívoca su voluntad de poner fin a la misma de una vez y para siempre”. Esa resolución no ha sido derogada. La segunda pregunta tiene algún vértice más complicado. Plantea una negociación de todos los partidos vascos, “sin exclusiones”, para alcanzar “un Acuerdo Democrático sobre el ejercicio del derecho a decidir del Pueblo Vasco y que dicho Acuerdo sea sometido a referéndum antes de que finalice el año 2010”. Nadie duda que, si se colocaran urnas en las calles de Euskadi, la respuesta a esta cuestión sería mayoritariamente afirmativa. Como nadie duda que sería imposible un acuerdo de todos los partidos “sin exclusiones” antes de 2010. El propio lehendakari sabe que, aunque consiguiera el apoyo del Parlamento vasco con algún voto de la izquierda abertzale, es seguro que el anunciado recurso del Gobierno ante el Tribunal Constitucional impedirá la realización de la consulta. La tozudez de Ibarretxe sólo tiene una explicación electoral. Quizás se trata del último intento del lehendakari por mantener el poder en Euskadi.

Las encuestas

Un alto dirigente socialista vasco explicaba el pasado lunes en privado sin florituras: “El PNV está de los nervios por los resultados catastróficos que tuvo el 9 de marzo y, aunque nunca sean trasladables a unas elecciones autonómicas, lo cierto es que sus encuestas, como las nuestras, les indican que, por primera vez en 30 años, puede salir un lehendakari socialista”. De hecho, poco después de las elecciones generales de marzo, el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, intentó que el propio Zapatero le sacara del apuro. Estaba dispuesto a forzar a Ibarretxe a enterrar su propuesta de consulta si se abrían conversaciones entre Madrid y Vitoria para la negociación de un nuevo Estatuto de autonomía. Pero ni Zapatero ni sus compañeros del PSE tienen el menor interés en soltar una presa como la que se les ha puesto a tiro.

La hoja de ruta de Ibarretxe ha encendido de nuevo la división entre las dos almas que llevan un siglo conviviendo en las filas del PNV. El verano pasado, autonomistas y soberanistas se pusieron de acuerdo para liquidar a Josu Jon Imaz, el dirigente nacionalista más sensato y coherente que se ha conocido en Madrid y a la vez uno de los más contestados en los batzokis de Euskadi. Imaz rebasó con creces lo que en buena parte de la militancia peneuvista se considera la raya del españolismo. Tras la sangría de votos que el PNV sufrió el 9 de marzo, el problema fundamental para unos y otros es decidir la estrategia que les permita conservar el poder que de forma permanente han ostentado en Euskadi. Puesto que la alianza con los socialistas es imposible, han decidido que Ibarretxe siga con su plan a la caza del voto abertzale cansado de la violencia o simplemente dispuesto a ejercer el pragmatismo para impedir una derrota nacionalista. Una vez más, los herederos de Batasuna bajo las siglas del PCTV tienen la llave para que el proyecto de consulta salga adelante en el Parlamento vasco, aunque nunca llegue a celebrarse. De momento, Ibarretxe les ha regalado casi un mes de protagonismo político. No hay más que leer el comunicado emitido ayer por ETA.

Desde el PSE consideran que la estrategia del lehendakari pretende repetir el experimento que otras veces le ha funcionado, pero olvida que la situación hoy es completamente distinta. En lugar de Aznar, que era una fábrica de votos para el nacionalismo, está Zapatero, percibido en Euskadi y en Catalunya como el presidente idóneo para llevar hasta el máximo legal las reivindicaciones autonomistas o federalistas. En lugar de Nicolás Redondo, que consintió el abrazo del oso de Mayor Oreja y dejó a los socialistas vascos diluidos en una opción más centralista que vasca, está Patxi López. Más allá de los dirigentes y las tácticas políticas, está el intento audaz de acabar con el terrorismo por la vía del diálogo dinamitado por ETA sin contemplaciones.  Argumenta Ibarretxe que lo que propone es lo mismo que el PSE negoció en el santuario de Loiola con el PNV y Batasuna. El lehendakari no tiene en cuenta el cambio de escenario. ETA ha vuelto a matar y ni el sentido común ni la “ética” que tanto reivindica permiten seguir jugando una partida en la que además de cartas
reaparecen pistolas.


Viewing all articles
Browse latest Browse all 2